Una tormenta descarga 30 litros en la pedanía de Tercia en apenas 20 minutos
Protección Civil tuvo que asistir a varios vecinos al inundarse sus viviendas
La caída de rayos provocó un apagón en el alumbrado público del casco antiguo
Una tormenta, con abundante aparato eléctrico descargó ayer tarde más de 30 litros por metro cuadrado en apenas 20 minutos en el casco urbano. La lluvia se dejó sentir con mayor intensidad en las pedanías de Tercia, -donde ésta cifra pudo superarse ampliamente- Marchena, Purias y Campillo.
En el centro, la caída de varios rayos provocó un apagón en el alumbrado público de algunas calles del casco antiguo, aunque horas después los técnicos del Servicio Eléctrico del Ayuntamiento lograban reparar la avería. Vecinos de la Colegiata de San Patricio aseguraron a La Verdad haber visto cómo un rayo caía sobre la torre campanario del monumento.
En la calle Álamo y en la zona de La Velica también se registraron caídas de rayos que provocaron la alarma de los vecinos que residen en las inmediaciones, aunque no hubo que lamentar daños materiales, ni personales.
Donde se vivieron momentos de preocupación fue en el camino de Villaespesa, en la pedanía de Tercia. Allí varios vecinos tuvieron que ser rescatados por miembros del Servicio de Emergencias Municipal al quedar sus viviendas inundadas. Los integrantes del servicio, según fuentes municipales, también les ayudaron a sacar el agua de sus casas. En la zona cercana al colegio de Villaespesa se cortó el tráfico, ya que una rambla se desbordó. Un retén de emergencias ha permanecido en el lugar en las últimas horas en previsión de que pudieran sucederse nuevos episodios.
Protección Civil tuvo que realizar más de una veintena de asistencias. Entre ellas, a varios accidentados con motivo de la lluvia. Los concejales de Urbanismo y Obras Públicas, Francisco García y Ángel Meca, respectivamente, recorrieron anoche las zonas más afectadas por la lluvia para conocer los daños que había ocasionado. Varias ramblas del municipio, entre ellas, la de Viznaga y la de San Julián se desbordaron, lo que ocasionó que las carreteras cercanas se quedasen inundadas por el agua y el barro, lo que las hizo impracticables.
Las actuaciones previstas dentro de la Feria y Fiestas de septiembre quedaron suspendidas. La tormenta y la lluvia también provocaron el cierre de las atracciones en el recinto ferial.
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