Hace un año me moje,
me moje de lluvia en el cuerpo y de lágrimas la cara.
La noche más importante para cualquier rabalero se troncho en forma de lágrimas del cielo.
En San Cristóbal, juramos y prometimos en un afán de consuelo,
que el año venidero sería mejor,
con más fuerza saldríamos,
mejor subiríamos a nuestro Jefe,
a nuestra Madre,
más grande haríamos nuestra humilde Procesión del Silencio.
Y Dios nos deparo otro reto más difícil.
Parece que viéndonos tan predispuestos dijo:
una vueltecica más de rosca, a ver cómo responden?
Pues nosotros te aseguramos,
sin ánimos de soberbia,
que vamos a responder,
vamos a responder con el corazón, que es lo que más fuerza tiene,
con ilusión,
con ganas,
con entereza y hombría.
Este año saldremos, de dónde?
De donde sea!,
pero saldremos, te veneraremos, te alzaremos al cielo como te mereces,
te haremos ver el amor que te tenemos.
Corazón compungido, lagrimas brotantes y desfallecimiento de fuerzas serán nuestras armas para demostrarte que
Eres nuestro Redentor
Eres Nuestro Dios Padre
Eres Nuestro Jefe!
¡Por estas!
Viva el Paso Encarnado!
Viva el Santísimo Cristo de la Sangre!
Viva Nuestro Jefe!
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El conocimiento es libre.
Somos Anónimos.
Somos Legión.
No perdonamos.
No olvidamos.
¡Esperadnos!