RECUERDOS Y ANECDOTARIO DE UN RETABLO DE NTRA. SRA. MEDIADORA DE LA SALVACION
La Venerable Hermandad de Ntra. Sra. Mediadora de la Salvación, con sede en la Parroquia del Ave María, en Málaga, cuenta en la actualidad con 7 retablos cerámicos, todos ellos financiados o subvencionados por empresas particulares o fundaciones privadas, fruto de una intensa política de la directiva de entonces consistente en buscar mecenazgos para este tipo de propuestas artísticas, lo que repercutiría positivamente tanto en la expansión de la devoción a la Virgen, más aún en una hermandad de reciente creación, como publicitariamente en la entidad donante
El retablo objeto del artículo
El que suscribe este artículo fue responsable de buscar mecenazgos vía carta o correo electrónico y tal vez la negociación más intensa y complicada fue la que propició esta obra, primero con Tabacalera Málaga, que delegó en la Fundación Altadis, en Madrid, que por entonces andaba en un expediente de regulación de empleo con su sede malacitana.
A esta entidad se le envió propuesta de diseño (realizada por el por entonces presidente de la Asociación y actualmente hermano mayor de la cofradía, Salvador de los Reyes Rueda) así como presupuesto de la obra, firmado por la prestigiosa empresa sevillana Cerámicas Santa Ana, que ha sido la encargada de realizar los 7 mosaicos en un periodo de 6 años, todos ellos por el maestro Patricio Zabala.
Retablo catalogado con el número 561
Como en el primer retablo (pieza nº 561), financiado por Construcciones Sando, aparecía la Virgen ataviada a la usanza hebrea, se decidió que en este segundo fuese vestida de Reina, con corona, saya y manto bordado. Se puede comprobar que la presea es la propia de la bendición de la Virgen, realizada por el taller malagueño de Cristóbal Martos, siendo la típica propuesta seriada del mismo; y sin embargo, tanto la saya como el manto son idealizadas, ya que por entonces la imagen apenas contaba con ninguna pieza bordada en hilo de oro, y la primera saya, curiosamente en el mismo color se estrenó años después, coincidiendo con su X Aniversario, en 2007.
Además en el dibujo figura la jábega en plata de ley, típica embarcación malagueña de pesca, que fue donada por la orfebrería madrileña Sezar, que incluye como matricula la fecha de bendición de la imagen el 291197, primer domingo de Adviento de aquel año.
El ceramista Zabala realizó una magnífica obra, en la que nos presenta a una Virgen tal vez más dolorosa y adulta, y que a los propios directivos nos recordó en cierta medida a la Estrella hispalense. Nos llamó, sobremanera, la atención la genialidad del oscuro fondo celestial, las sombras sobre la frente de la Virgen y la perfección de las manos que parece que acunan a la jábega entre sus delicados dedos. Por otro lado, la nota urbana de la Fábrica Tabacalera está perfectamente conseguida con esa típica construcciones neorregionalista de colores rojizos y blancos, matizados por el elegante enrejado del edificio.
No obstante, nuestra sorpresa fue mayúscula al comprobar cómo la cenefa decorativa, inspirada en unas similares existentes en la Tabacalera malagueña parece como inconclusa, ya que presenta zonas sombreadas frente a otras que están sin perfilar en azul oscuro frente al celeste, como si no le hubiese dado tiempo a concluirlo antes de su pase al horno bien por un olvido o por considerar que era demasiado el trabajo. Decir que aunque lo comprobamos en el propio taller el día de la entrega, decidimos traernos los azulejos vista la genialidad de la definición de la Virgen.
En las imágenes superiores puede observarse la diferencia en la composición de la cenefa que se indica en el texto.
El visto bueno para financiar la obra se produjo en el otoño de 2001 y se concretó la entrega de la misma para la Cuaresma de 2002, siendo la primera de estas piezas que se enmarcó posteriormente en un bastidor metálico lo que facilitaría su colocación, ya que el trabajo de adherir a la pared el primer mosaico fue sumamente complicado e imposibilita o hace muy costosa su reubicación caso de que sea necesario.
Así, el mosaico fue traído de Sevilla, montado sobre el bastidor metálico y bendecido el Miércoles de Ceniza de 2002, coincidiendo con la presentación del tradicional cartel de Cuaresma. Por tanto, el mosaico fue bendecido en la propia iglesia, justo delante de la Virgen, produciendo una grata impresión entre los hermanos y devotos.
Días después la pieza volvió a viajar a Sevilla para participar en la Exposición de Munarco de aquél año, dando lugar a muy buenos comentarios entre el público, así como la jábega en plata de ley y por primera vez los equipos nazarenos que eran estreno para aquella Semana Santa. Creo que era la primera vez que una pieza de este tipo procedente de Málaga se presentaba en esta muestra.
Detalle en el que se muestra el azulejo con la jábega a la que se hace mención en el artículo.
El mosaico siguió siendo viajero ya que tras su periplo sevillano regresó a la capital para ser expuesto en un escaparate de una entidad financiera de calle Marqués de Larios, vía principal de Málaga y por donde transitan todas las procesiones por ser recorrido oficial, para ser retirado justo antes de Semana Santa y ser guardado para su colocación posterior.
Aquí surgieron los primeros problemas ya que la ubicación actual no fue la elegida ni en primer ni en segundo lugar, por lo que tal vez el acierto de su estrategia se deba a la Providencia de dos negativas previas.
Así, tras la Semana Santa de 2002, el periodista y cofrade Ignacio Castillo junto al que suscribe nos dirigimos una mañana, en representación de la hermandad, a un domicilio particular de la Av. de la Paloma al lado de la Fábrica Tabacalera, justo cuya ventana lindaba con un lienzo de pared perfecto para colocar el azulejo y que considerábamos en la directiva como un lugar perfecto para el mosaico.
Nos recibió un matrimonio mayor que no salió de su asombro al escuchar nuestra sugerencia de que su pared exterior cobijara a la Virgen Mediadora. Sin dejarnos pasar del umbral de su puerta, el señor nos dijo que no quería saber nada de santos y que pusiésemos la foto en la Tabacalera, a lo que le respondimos que no era un santo, sino un retablo cerámico de la Santísima Virgen del barrio y que no tenía sentido ponerlo en la propia fábrica ya que allí sería menos visible, y no en su pared del primer piso, en un lugar estratégico de paso tanto de viandantes como de vehículos. Para nada, y visto el nivel cultural del señor, se nos ocurrió mencionar su origen sevillano.
Como comprobamos que no había nada que hacer intentamos dar un giro al enfoque hablándole de cultura de Andalucía y de señas de identidad, hechos que parecieron convencer a la señora pero no así al propietario que casi obligó a su esposa a que se retirara.
En un giro de tuerca surrealista propusimos pagar un alquiler anual de la fachada (hecho que lógicamente sabíamos que no iba a ser aceptado por la directiva y que no tenía razón de ser), pero he aquí el buen señor pareció entrar a razones cuando le dijimos que era similar a lo que se paga cuando te ponen una antena de telefonía móvil, aunque finalmente la conversación se cortó por las cajas destempladas con las que nos invitó a irnos de allí. Como última frase le hicimos un paralelismo evangélico con la negativa de posada para dar a luz la Virgen María, diciéndole que si cambiaba de idea podríamos hacer una copia que podría financiar él ya que éste iría hacia otro lugar, que aún no estaba determinado, por cierto. Meses más tarde, conocimos, curiosamente, a una sobrina del matrimonio, que lamentó la negativa de sus tíos y que nos aseguró que si lo hubiese sabido, su mediación, nunca mejor dicho, habría sido clave para su colocación en esa pared.
Así, teníamos mosaico enmarcado pero ningún lugar para ponerlo, ya que la fachada del templo estaba ocupado por la pieza 1227 desde un año antes, y por cierto financiado por la Fundación Unicaja.
En junta directiva se trató este tema y surgió la idea de instalarlo como segunda opción dentro del recinto del Parque del Oeste, zona por la que también pasa la comitiva el Viernes de Dolores. Con el presidente del Patronato del Parque teníamos ya cierta relación, ya que había que pedirle un permiso anual de paso por dentro de su recinto para la procesión. Este señor, de origen vasco y experto en temas artísticos, nos recibió gratamente y le pareció una gran idea, más aún cuando no suponía ningún coste para él, pero estudiando diversas opciones comprobamos que el marco era demasiado grande para el lugar elegido, además de que lo veía demasiado sobrio y con alusiones a otra Fundación, por lo que su negativa se convirtió en acuerdo para financiar y realizar otro futuro mosaico (pieza 372) financiada por el Patronato Parque del Oeste. Es decir, que la negativa dio fruto a otra obra posterior aunque seguíamos sin encontrar un lugar adecuado para la pieza financiada por Altadis.
La pieza 0372
Finalmente, a la tercera fue la vencida, ya que optamos por un lienzo diáfano de pared sobre el rótulo cerámico de la calle Realenga de San Luis, en el barrio de la Paz. Vistas las negativas previas nos andamos con piés de plomo y en primer lugar hablamos con el propietario del bar Tapería de Tía María, al que le pareció una buena idea, una vez visto que no tenía que desembolsar nada y que podría servir para referencia de su negocio, como le argumentamos.
Después fuimos a la dueña de la ventana cuya pared coincidía con el lienzo de pared, que curiosamente tiene el portal de entrada a su vivienda por el lado contrario. Aunque en un principio no comprendió bien nuestra idea, por ser una señora mayor que se extrañó de una visita tan peculiar, fue entrando en razones, pero en una segunda visita apareció su hija que afirmó que debía dar el visto bueno una reunión de vecinos y que tenía que ser por unanimidad ya que no quería problemas con nadie. Como era finales de julio de 2002 nos dijo que nos pasásemos en octubre que era cuando se solían celebrar las reuniones.
Viendo el panorama negro, improvisamos que el alcalde iba a venir a la bendición a primeros de agosto y que teníamos apalabrada la instalación por parte de los Servicios Operativos del Ayuntamiento, y que no podíamos esperar, y que proponíamos colocarlo en ese momento y que fuese ratificado posteriormente en la reunión, ya que a esas alturas del año el mosaico empezaba a ser un estorbo que no sabíamos donde colocar.
A medio regañadientes dijeron que sí, y dos días después un camión grúa con varios operarios comenzó la instalación, hecho que fue seguido por gran número de curiosos que veía como desde abajo dábamos ordenes que si un poquito a la derecha o dos centímetros hacia la izquierda. En esto que aparece el portero de la finca que pregunta por el responsable de todo aquello, que a él no le han informado de nada. Sus malos modos iniciales fueron tornándose en simpatía cuando le pedimos que por favor limpiara para días después la acera y un graffiti que había en la pared, porque parecía ser que iba a venir alguien importante de la Junta y del Ayuntamiento a inaugurarlo.
El mosaico quedó allí atornillado, esperemos que para muchos años, y nadie nos informó de si hubo reunión de vecinos o si fue ningún político a la inauguración, si es que la hubo ya que bendecido llevaba ya varios meses. Eso sí, también se adhirieron con mezcla dos pequeños azulejos que aluden al patrocinio de la Fundación Altadis, y que junto al rótulo de la calle consiguen un buen conjunto. La idea del texto del patrocinador externo surgió al ver que en el primer mosaico (pieza 561) quedaba muy forzado el texto dentro del propio mosaico.
La ubicación definitiva del mosaico
Finalmente la Providencia ha querido que la Virgen Mediadora esté en esa esquina, siendo, sin duda, una de las mejores obras de Patricio Zabala para Málaga, estando a una altura óptima para una mejor visualización por parte tanto de vehículos como de viandantes.
Texto y fotografías: José Manuel Leiva Pérez. Septiembre 2009.